COBIJA/PERLA DEL ACRE

Gualberto Poma Yujra, de profesión Ingeniero Civil y gerente propietario de la constructora Conepex, con sede de operación en Cobija, es ‘claro ejemplo de superación’. Viene de una familia humilde, de escasos recursos, en su niñez y juventud pasó por muchas necesidades. Con su propio esfuerzo superó cada obstáculos hasta consolidar una empresa que actualmente está entre las más destacadas del departamento de Pando.

     Llegó a Cobija a finales de 2005 para construir tanques de agua, en tres meses, después su objetivo era retornar a La Paz, pero su estadía en la capital se fue alargando, pasó más de 16 años, la empresa está asentada en la capital pandina con millonaria inversión, tiene decenas de funcionarios cuyas familias viven en el departamento. En noviembre, la red Unitel le otorgó el premio Bruno Racua 2022 como mejor empresa en la categoría “Desarrollo y Revelación” 2022.

     Tiene 52 años, nació en la comunidad San Antonio, un pequeño pueblito de los Yungas, del departamento de La Paz, en esa época era inminente la pobreza en el área rural, no había luz ni agua, para estudiar en secundaria (antes conocido como intermedio y medio) caminaba 20 kilómetros, cada día. Antes de ir a clases ayudaba a sus padres en trabajos de agricultura, sus tareas los hacía en la noche con mechero.

     Conmovido por la realidad de aquella época, recuerda que tenía un solo uniforme para todo el año -un zapato, un pantalón y una camisa- no conocía recreo, si había era dos o tres veces al año, en fechas especiales (menos de Bs 1). Su alimentación no fue buena, se aplazó en 1ro medio por motivos sentimentales, su padre le castigó y amenazó con hacerle trabajar todos los días, entonces él pidió una nueva oportunidad en el estudio, con el compromiso de lograr buenas calificaciones.

     Al igual que la mayoría de los yungueños, el fútbol era su deporte favorito. Hizo su servicio militar en la ciudad de La Paz, tras cumplir un año retornó a su pueblo y estaba dispuesto a quedarse. Tiempo después, su prima y su esposo, le sugieren ir a La Paz para buscar nuevos horizontes.

     En la ciudad sintió otra realidad, percibió que lo aprendido en su colegio no era suficiente para ingresar a la universidad, entonces se dedicó a trabajar y lo poco que ganaba destinó a clases de nivelación. En su intento de ingresar a la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) reprobó en dos ocasiones, 1994 y 1995, pero no se rindió, la tercera fue la vencida, ingresó en 1997.

     Consciente de su realidad, estaba decidido a redoblar esfuerzos, trabajar y estudiar, pero muchas veces las exigencias en su fuente laboral, en empresas constructoras, le impedían dedicarle un tiempo al estudio, entonces decidió estudiar un año y descansar otro. Concluyó sus estudios de la universidad en 11 años. Tiempo después logró su título profesional.

     Actualmente, pese a tener una empresa consolidada y una economía estable, el gerente propietario de Conepex continúa capacitándose en varios aspectos que le permite seguir fortaleciendo a su empresa, con nuevas estrategias. Realizó Diplomado en Vías y Puentes, asimismo una Maestría en Gerencia de la Construcción.

     A continuación reflejamos una entrevista con el destacado empresario en la capital pandina, que fruto de su propio esfuerzo venció a la pobreza:

¿CÓMO ERA TU NIÑEZ?

–“Una niñez propia del área rural, con varias carencias, en medio de la pobreza, sin luz, ni agua potable, no había buena alimentación, consumíamos agua de los ojos vertientes donde también tomaban los animales, era la realidad de esa época. Para ir a la escuela tenía un pantalón, una camisa y un zapato, tenía que aguantar todo el año. Las tereas se hacían en la noche cerca de un mechero, a veces yo iba con una parte del cabello quemado (sonríe), seguramente tenía sueño, un pestañazo y ya era mi cabellito, pero no era el único con esa dificultad.

¿CUÁNTOS INTEGRAN TU FAMILIA?

–“Tengo dos hermanos mayores, Cosme y Rufina, ellos están allá (Yungas) dedicados a la agricultura y cosecha de coca, en Chulumani. Hace más de diez años partieron mis papás, también se dedicaban a la agricultura, les quedo muy agradecido por los valores que me han inculcado, tenían una economía limitada, pero muy trabajadores”.

¿DÓNDE ESTUDIASTE?

–“De kínder hasta cuarto de primaria en la escuelita “San Antonio”, lleva el mismo nombre de la comunidad, después en Huancané, el nivel medio en la unidad educativa Miguel Mercado Encinas de Chulumani. Para estudiar secundaria, todos los días tenía que caminar 20 kilómetros (10 de ida y 10 de vuelta). En esa época, en el área rural creo había un nivel no muy avanzado de enseñanza”.

¿PORQUE CONSIDERAS QUE HABÍA UN NIVEL BAJO?

–“Cuando intenté ingresar a la universidad, me di cuenta que tenía muchas debilidades en cuanto al aprendizaje, entonces tuve que actualizarme o nivelarme con algunos cursos, por propia cuenta, los estudiantes de colegios públicos y particulares de la ciudad tenían un nivel avanzado, por eso creo que en el área rural había limitaciones”.

¿CÓMO ERA TU RENDIMIENTO EN CLASES?

–“Regular, no era buen estudiante, tampoco malo. Un año me aplacé, en primero de secundaria, creo me enamoré (sonríe), mi papá me castigó, dijo que me dedicaría a trabajar todo el día, entonces le rogué para volver a estudiar, los últimos tres años me he dado cuenta que me gustaba la matemática y física, entonces me incliné a eso”.

¿CÓMO SALES A LA CIUDAD?

–“Fui al cuartel en el Estado Mayor (1990), después volví a mi pueblo donde pensaba quedarme. Un día llega mi prima con su esposo de La Paz, me sugieren que vaya con ellos a la ciudad, para seguir estudiando, trabajar y jugar fútbol, me convencieron. Era otra realidad, admiraba a las personas que tenían buena ropa, autos y otros lujos, entonces dije que iba a trabajar fuerte hasta lograr cosas importantes”.

¿QUÉ ACTIVIDADES HACÍAS EN LA PAZ?

–“Mi prima era empleada de un arquitecto, él me pide que le ayude a dibujar algunos planos, en su casa tenía una oficina, ahí le ayudaba. Después me llevaba a algunas obras, una vez por semana. Casualmente el arquitecto estaba haciendo viviendas para el campeón de automovilismo, Armin Franulic, Dios me lo puso en el camino, también a otros profesionales, fueron mi inspiración”.

            ¿EL FÚTBOL TE ABRIÓ OPORTUNIDADES DE TRABAJO? 

–“Mis amigos jugando fútbol me han hecho conocer a un ingeniero, era el gerente de una destacada empresa, nos hicimos amigos, me invitó a trabajar en su empresa, ahí trabajé más de 13 años, entré de ayudante del encargado que compraba materiales, luego asumí otros cargos, porque me esforzaba y siempre actué con lealtad”.

            ¿CUÁN IMPORTANTE ES LA LEALTAD?

–“Yo digo soy un bendecido por Dios, porque siempre he sido leal en mi trabajo, nunca hice algún sobreprecio, aunque tenía muchas oportunidades para ganar bastante plata y tenía muchas necesidades, pero preferí pasar hambre y mantener los valores que me inculcaron mis papás, la lealtad viene desde la crianza”.

            ¿QUÉ PASA SI NO HAY LEALTAD?

–“Veía a otros compañeros que hacían muchas barbaridades, sus jugadas o picardías, pero no han podido progresar o subir de cargo, las malas acciones cuando uno lo hace es momentáneo, esa plata te dura poco, pero cuando actúas correctamente tienes la confianza en tu trabajo, la bendición de Dios y más oportunidades de seguir creciendo”.

            ¿CÓMO CREAS TU PROPIA EMPRESA?

–“Trabajaba en la empresa Tecnoplan, tenía muchos clientes, entre ellos la embajada americana, hacían varias obras para ellos, me llevaba bien con los extranjeros, son personas respetuosas y correctos en todo sentido. Un día me invitan a que me presente como profesional independiente para construir una pequeña obra, les dije no puedo hacer eso porque pertenezco a una empresa. Me pidieron que considerara”.

            ¿CUÁNTO TIEMPO ANALIZASTE LA PROPUESTA?

–“Ahí vuelve a salir mi lealtad, hablé con el gerente de la empresa, le hice conocer la propuesta que tenía y a él le parecía bien, me dice que siga adelante, aunque lo noté un poco molesto. Me dijo, no me vayas a pedir prestado ninguna herramienta (sonríe)”.

            ¿DECIDISTE ASUMIR EL NUEVO RETO?

–“Acepté el nuevo desafío, no tenía herramientas, ni una carretilla, pero sí mucha voluntad de triunfar. La obra era un pequeño cuarto, de $us 4.000 aproximadamente, con material de calidad. Con mi ahorro apenas pude comprar una mezcladora, luego me presté herramientas de los obreros. No gané mucho, pero estaba satisfecho de concluir la obra y quedar bien con los contratistas, después me invitan a la remodelación de un colegio en El Alto y así fuimos avanzando poco a poco”.

¿LA ADMINISTRACIÓN DE RECURSOS ES PARTE DEL ÉXITO?

–“La fórmula para el éxito es el trabajo honesto y una buena administración de recursos, la prioridad tiene que ser cumplir con las obligaciones, en especial con los trabajadores. Mientras haya compromisos pendientes de la empresa no puedes darte gastos en exceso o algunos lujos”.

            ¿CÓMO NACE LA EMPRESA CONEPEX?

–“Funcionarios de la embajada americana estaban muy conformes con el trabajo que estaba realizando, entonces me anuncian que saldría una obra un poco grande y me sugieren que haga el esfuerzo de crear una empresa. De inmediato inicié los trámites, ahí nace Conepex, El nombre surgió una noche, a la rápida, en menos de media hora, significa Construcción de Edificios y Puentes por Excelencia (Conepex)”.

¿Y TUS ESTUDIOS EN LA UNIVERSIDAD?

–“En 1994 pasé vestibulares y reprobé, entonces decidí capacitarme en las noches, en 1995 vuelvo a reprobar y seguía capacitándome, ingresé en 1997. Pasó como 11 años para egresar de la universidad, porque un año estudiaba y  otro no, por cuestiones de trabajo. Con tantas obligaciones olvidé sacar mi título, recién lo hice seis años atrás, gracias a las críticas de un ingeniero en Cobija”.

            ¿QUÉ TIPO DE CRÍTICA?

–“Sale por medios de comunicación denunciando que yo no tenía título, pero tenía varios contratos. Estaba en lo correcto, pero yo soy propietario de una constructora legalmente constituida, tenía buen equipo de trabajo, buenos profesionales, técnicos y obreros, casi todos de la región (pandinos). Esa crítica me impulsó a preparar el proyecto de grado y logré mi título. Dos años atrás hice un Diplomado en Vías y Puentes, hasta hace poco logré una Maestría en Gerencia de la Construcción”.

            ¿CUÁNDO Y CÓMO LLEGAS A COBIJA?

–“A finales de 2005, vine por tres meses, a construir tres tanques  elevados de agua, en Cobija, en los barrios Cacique, Abaroa y Villa Busch, en ese lapso han lanzado otras obras, presenté mi propuesta y logré adjudicarme, luego lanzan otras obras más grandes y volvemos a adjudicarnos, el tiempo había transcurrido más de tres años, ahora ya transcurrieron más de 16 años y nuestra inversión está Pando, generando más empleos y oportunidades”.

            ¿CENTRO DE OPERACIONES EN PANDO?

–“En el año 2007 la empresa se establece en Cobija con muy buena aceptación, es el centro de operaciones de la empresa, hemos construido varias obras, la inversión está en Pando, nuestros técnicos y obreros viven en Pando. En 2019 incorporamos una planta de hormigón premezclado de última tecnología. En octubre de 2022 hemos inaugurado nuestras instalaciones en el barrio Villa Busch, con todos los protocolos de seguridad”.

            ¿CÓMO CALIFICAS A TU PERSONAL?

–“Nuestro grupo de profesionales, maestros de obra, operarios y el personal administrativo, más del 95% tiene familia que vive de la región, nos esforzamos por mejorar en forma continua, hacemos constante capacitación, contamos con profesionales de la Universidad Amazónica de Pando (UAP). Estamos muy orgullosos de contribuir con obras de calidad y excelencia en el departamento y el país”.

            ¿CUÁL EL SIGUIENTE OBJETIVO DE CONEPEX?

–“Somos una empresa que cuenta con la capacidad de personal y la tecnología para el desarrollo de Pando, estamos trabajando para ser la referencia del departamento. El éxito no surge porque sí se va construyendo con mucho trabajo, dedicación y perseverancia, apuntamos a convertirnos en una empresa líder en construcción, con  personal pandino, que la economía se mueva aquí, tenemos la capacidad necesaria para hacer grandes obras. Trabajamos con las mejores entidades y proveedores, en un esfuerzo conjunto para ser el mejor equipo en el sector de la construcción”.

¿CUÁL ES TU ANÉCDOTA EN COBIJA?

–“Cuando llegué a Cobija, por primera vez en mi vida me subí a una motocicleta, un mototaxista me llevó por varios lugares de la ciudad, en el camino me hace preguntas, le respondí algunas, que estaré tres meses para construir una obra y luego retorno a La Paz, él me dijo ‘te vas a quedar en Cobija, yo le respondí imposible’. Pasó 6 o 7 años, un día me encontré con el mototaxista, en la plaza principal, él me reconoció, le di un abrazo por predecir mi futuro (sonríe), luego fui a visitarlo a su casa”.

            ¿QUÉ SIGNIFICA RECIBIR UN GALARDÓN COMO LA MEJOR EMPRESA?

–“Muy agradecido con el apoyo de la población, fue un concurso mediante votación entre varias empresas para recibir el galardón Bruno Racua, mediante la red Unitel Pando. Ganamos el galardón como mejor empresa en Pando, gracias al apoyo de la población, es el primer premio que recibo como empresario, siempre lo he esperado. Lo recibimos con humildad y mucha responsabilidad, significa mayor compromiso de trabajo, como empresa estamos con ganas de hacer mucho por Cobija y por Pando”.