COBIJA/IRT-PERLA DEL ACRE
Una mujer -de 36 años de edad- reveló que fue madre por primera vez a sus 15 años, a partir de ello se embarazó de manera continua y hasta la presente gestión 2024 tiene diez hijos (cinco mujeres y cinco varones). Lo sorprendente de esta familia numerosa en Cobija ‘todos nacieron en su casa’, con parto natural, asistida únicamente por su esposo.
“Tengo diez hijos y todos nacieron en casa, con parto natural, no conozco hospital, tampoco conozco cesárea, debo reconocer que a veces fui a mis controles al centro de salud, pero después ya no iba a mis partos, solo me atendía mi esposo en casa, gracias a Dios nacieron sanitos”, relató la madre de familia a Periódico Perla del Acre.
Hace más de 10 años, buscando mejorar su calidad de vida, cargados de sueños, llegaron a Cobija desde Rurrenabaque (Beni), Luzdey C.M., su esposo Carlos A.D.B. y sus cinco pequeños hijos, ahora la pareja tiene diez hijos y se han convertido en una familia numerosa.
Usualmente nuestra sociedad está acostumbrada a ver familias de dos, tres y hasta cinco hijos; razón por la cual llama la atención la cantidad de integrantes, principalmente la forma en cómo nacieron y por la manera de afrontar el día a día buscando el sustento del hogar.
Alexander tiene 18 años y actualmente está prestando su servicio militar; le sigue Yomar de 16 años, también está en el cuartel; la tercera es Carla de 15 años, Ruth (14), Adriana (12), Daniela (9), Sholay (, Carlos (6), Alex (4) y Otoniel de 2 años de edad.
“Todos nacieron sin dificultades, por eso doy gracias a Dios porque me ha regalado a mis hijas e hijos sin ninguna enfermedad. Dos están en el cuartel, en distintas unidades, los que siguen excepto los dos últimos están estudiando en primaria y secundaria”, explicó.
La joven madre también reveló que en la presente gestión, en semanas pasadas, sufrió la pérdida del que habría sido su onceavo hijo, un lamentable aborto instantáneo en un cotidiano día mientras lavaba ropa.
¿Ha pensado tener más hijos?, es la pregunta necesaria, Luzdey responde que con el onceavo y último embarazo fallido decidieron que su familia no siga creciendo. El reto ahora es lograr la educación de sus diez hijos siempre con mucha fe.
“No está en los planes tener más hijos, porque hoy en día es más difícil, hay días que hay y otros que no, pero los niños todos los días piden alimentación, útiles y otras necesidades, uno como madre o padre hace los esfuerzos para cumplir, pero con esta crisis es más complicado; por eso he reflexionado lo que pasó con el bebé (11) que perdí, me dolió mucho, pero al final doy gracias a Dios porque no llegó”, reflexiona.
Su esposo Carlos A. D.B., de 42 años de edad, trabaja de sereno en una conocida empresa de la capital y durante el día se dedica a prestar servicio de mototaxi; tuvo que buscar un segundo ingreso a fin de mantener el soporte económico de su familia. Mientras la mujer realiza servicios de limpieza en el vecino país de Brasil.
La madre de familia se siente bendecida por la cantidad de hijos, si bien no tienen lujos, tienen lo necesario para vivir. Asegura que viven más unidos y tranquilos que otras familias con menor cantidad de integrantes, con dos o tres hijos, resaltando lo fundamental es que los padres tengan la paciencia, comprensión e inculcarles principios y valores, en especial la palabra de Dios.
“Somos una familia numerosa, mucha gente me pregunta cómo lo hago para sostener a mis hijos y les digo que la clave es la paciencia, la comprensión y orientarles siempre el camino del bien, es importante ganarse la confianza de los hijos; hay padres y madres que tienen uno, dos o tres hijos, pero han perdido el control de sus hijos, esa es la realidad; nosotros intentamos controlar a mis diez hijos, apoyarlos en sus estudios”, recalcó.
La mujer también dedica su tiempo a predicar la palabra de Dios en la capital pandina, desde dos años atrás, forma parte de una iglesia evangélica.
Con mucho esfuerzo y trabajo lograron un terreno y la construcción de una casa en un barrio del quinto distrito de la ciudad de Cobija, habitaciones de madera, uno para los varones, otro para las mujeres y el tercer cuarto para la pareja.
“No es fácil sacar adelante a diez hijos, me costó muchísimo criarlos y educarlos, a mi esposo también le costó mucho, pero desde que empezamos a vivir por los caminos de Dios toda adversidad lo hemos superado, siempre tuve para cubrir lo que mis hijos necesitaban y seguimos luchando día a día. Espero que puedan cumplir sus metas, sus sueños y para eso siempre les aconsejamos que de la mano de Dios tienen que ser personas de bien”, mencionó Luzdey.