LA PAZ/AGENCIAS

En el Día del Niño, el ministro de Educación, Omar Veliz, posesionó de manera simbólica a 7.364 defensoras y defensores estudiantiles en las distintas unidades educativas de Bolivia.

     En Cobija, la capital pandina, 52 defensores y defensoras estudiantiles fueron oficialmente acreditados para ejercer su labor en la visibilización de violencia entre pares y la promoción de los derechos humanos al interior de sus unidades educativas. Esta política pública busca fortalecer la convivencia pacífica y armónica en el ámbito escolar, con el acompañamiento de la Defensoría del Pueblo.

     El objetivo es que cada representante, elegido mediante un proceso democrático y participativo en los centros educativos, ejerza un rol protagónico de participación activa en los temas concernientes a la protección y cuidado de las niñas, niños y adolescentes estudiantes.

     “El trabajo de los defensores estudiantiles es fundamental para asegurar que cada niña y niño pueda ejercer sus derechos en un entorno libre de violencia, discriminación y cualquier forma de maltrato. Los insto a asumir este compromiso con responsabilidad y empatía”, afirmó.

     La defensora y defensor estudiantil son estudiantes que fungen como vigilantes del cumplimiento de los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes al interior de su unidad educativa.

     Entre sus funciones están participar activamente en la construcción, implementación y seguimiento del Plan de Convivencia Pacífica y Armónica en la unidad educativa; fomentar actividades que promuevan los derechos humanos, la igualdad y la convivencia combatiendo cualquier forma de discriminación, estigma o violencia.

     Además de informar a la dirección y a la Comisión de Convivencia Pacífica y Armónica de la unidad educativa si conoce casos que vulneren los derechos de las y los estudiantes.