Noticias de Pando

OPERACIONES AÉREAS EN EL AEROPUERTO ANTIGUO DE COBIJA

Por Jaime Alcocer Alcocer

                                   Ex jefe de aeropuerto Cobija

En octubre de 1967 llegué de Cochabamba a Cobija, contratado por la reciente empresa “AASANA” a reemplazar a mi colega Silvio Sotomayor Uriona, que trabajaba como jefe de aeropuerto de Cobija llamado “Capitán Emilio Beltrán,” ubicada donde actualmente es el parque “Piñata”.

     Desde entonces hasta el año 1998 que nos trasladamos al aeropuerto nuevo, pasaron muchas operaciones de riesgo, esto por las características de la pista que era de pasto con una longitud apenas de 1.000 mts, con un desnivel de 18 mts de Sur a Norte y barranco en ambas cabeceras. Además, teníamos una niebla densa casi todas las mañanas hasta Hrs. 08:30 a 09:00 lo que también impedía que las operaciones sean normales. Hoy en día es muy difícil ver ese fenómeno, seguramente por el crecimiento de la población, las calles con losetas, cemento y la deforestación. Este hecho hace también que aumente la temperatura ambiental.          

Operaban aeronaves del “LAB” los famosos “Douglas DC-3”, luego los “Fairchild F-27” con capacidad de 24 y 40 pasajeros y los aviones “Fokker F27” del TAM.                                                                                          

Para el transporte de carga se usaban aeronaves saldo de segunda guerra mundial tipo “Curtiss C-46”, “Douglas DC-4”, y el “Boeing B-17” bombardero de cuatro motores.

Los cargueros que venían de La Paz con mercadería y verduras sobrecargados traían como “falluca” en la panza del avión hasta 15 fardos de cerveza. Los aviones Hércules de la FAB también llegaban ocasionalmente, su llegada y salida del aeropuerto siempre era expectante, especialmente en época de lluvia, pues era dudoso salir o llegar a Cobija dado que la pista se ponía inoperable. Era muy común que los vuelos sean cancelados y se pernocte en alguna estancia del Beni, para continuar solo cuando las condiciones de operatividad lo permitían.

Los aviones del LAB también tenían que pernoctar en Trinidad o Riberalta y esperar hasta que las condiciones de tiempo y pista permitan su operatividad. Muchas veces estando muy próximo a aterrizar empezaba a llover y era necesario retornar o desviar a una alternativa cercana. Esta estadía o pernocte obligatorio, podía durar varios días, dependía de “San Pedro.”

También debo mencionar la llegada de aeronaves “Curtiss C-46” colombianas que venían de Leticia (Colombia) con mercadería extranjera, a veces cuando faltaba poco para aterrizar empezaba a llover por lo que tenían que retornar a su origen, con la consiguiente protesta de parte de los dueños de la mercadería, pero algunas veces los pilotos se hacían los que no escuchaban la frecuencia de la torre de control y aterrizaban con lluvia o pista mojada, a estos pilotos se los conocía como “pilotos pirata” por su coraje y pericia en operaciones de riesgo, aquella época Cobija era declarada zona comercial “Puerto Libre”.                                                                                                     

Pasaron muchos casos y anécdotas, especialmente por los Cargueros, por ejemplo: cuando al aterrizar el piloto veía que no le iba a alcanzar la pista, se cargaba a un costado, al barbecho que era terreno blando y se enfangaban para no pasarse y caer al barranco, o tenía que hacer un “cavalo-de-pau” que consistía en que el piloto hacia una maniobra que la aeronave, giraba 180° evitando que continúe y tenga grave consecuencias.

Una vez entró un avión Carguero tipo “B-25” saldo de la segunda guerra mundial que llegaba de La Paz y al ver que no le daba la pista de aterrizaje se cargó al lado izquierdo, quedándose para siempre por daños irreparables a un costado de la pista. Por suerte no hubo desgracias personales. El capitán de la aeronave era Paco García (español) y los restos del avión estuvieron mucho tiempo en el barbecho sirviendo de criadero de petos y víboras boas, hasta que fue vendido por algún oportunista como aluminio a los comerciantes brasileros.

En otra oportunidad, una aeronave del LAB tipo “Fairchild F-27”, lleno de pasajeros, a los segundos del despegue se le reventó un motor, pero gracias a la pericia del piloto pudo retornar y hacer un aterrizaje espectacular con un solo motor, para alegría de pasajeros y mirones que aún se encontraban en la plataforma.

Era común que cuando un avión estaba por llegar después de hora límite, es decir ya oscureciendo, los pobladores que tenían moto se aprestaban a iluminar la pista y salvaban la emergencia. Lo cierto es que no faltaban novedades en nuestra pista antigua.

En otra oportunidad en época de lluvia, cuando una aeronave del LAB “Douglas DC-3”, procedente de Riberalta, estaba por aterrizar ya oscureciendo, cayó un chubasco quedando la pista resbalosa, pero no tenía otra alternativa que aterrizar, así que entró por la cabecera Sur y al ver que no le alcanzaría la pista  hizo un “cavalo-de-pau”, continuando el avión como si estuviera dando retro hasta que paro a un costado con motores encendidos y con toda la potencia pudo salir ileso con ramas y bejucos en las hélices. El Cap. Juan Carlos Moreira y su tripulación fueron recibidos en plataforma con admiración y alegría por tal proeza.

También ocurrió que un avión carguero “Curtiss C-46” que venía de La Paz, empezó a fallar el motor faltando unos 20 minutos a su aterrizaje, la aeronave empezó a perder altura por lo que se vieron obligados a botar parte de la carga para alivianar el peso y poder aterrizar. El avión entró directo por la cabecera Sur, pasándose de la pista y quedando con la trompa enterrada y la cola levantada, sin mayores problemas con los pasajeros y tripulantes solo un tremendo susto. El piloto era el Cap. Grobert Rojas.

Se identificaba claramente cuando llegaba o retornaba como comandante de la aeronave “DC-3” del “LAB” el Cap. Aníbal Arab Fadúl, oriundo de esta tierra, por las chandelas que daba sobre las palmeras de la plaza principal, vuelos rasantes cortando cogollos y dejando a todos perplejo por tal osadía. Estas maniobras eran particulares y las disfrutaba hacer. Nunca se tuvo que lamentar un mal incidente.

Se recuerda un accidente fatal, cuando una avioneta de Santa Cruz llegó a pernoctar para salir al día siguiente y llevar a una persona fallecida y su hijo. La avioneta salió muy temprano, con la niebla densa y al minuto del despegue se le apagó el motor precipitándose a tierra y falleciendo todos (dos tripulantes, el familiar que vino a llevar al difunto y el difunto). El hecho fue muy lamentable y las causas quedaron bajo investigación de la D.G.A.C. de Trinidad.

Estas son algunas de las operaciones que puedo recordar, sin embargo, todos los días eran siempre de expectativas ya que no teníamos buen radio-faro, su alcance era de solo de 05 a 07 minutos y no existía el G.P.S. Muchas aeronaves que debían llegar se perdían, o se iban a territorio peruano o brasilero donde no les hacían problemas por las circunstancias conocidas.

En una oportunidad, una avioneta que venía de Trinidad trayendo mucho dinero para el Banco del Estado, que debían ser usado pagar al personal de la administración pública, se perdió y aterrizo en Puerto Maldonado (Perú), solo después de conversar por varias horas, pudieron convencer a las autoridades pertinentes y continuar a Cobija con un gran susto por la remesa que traían.

Pero también las aeronaves brasileras de la “FAB” con aeronaves “Douglas DC-3”, que hacían la ruta, Rio Branco – Xapuri – Epitaciolandia se equivocaban de pista y en varias oportunidades intentaron aterrizar topando tierra, pero viendo el letrero grande en la torre de control que decía “Cobija” alzaban vuelo a toda máquina para aterrizar en la banda brasilera. La pequeña pista de la frontera que no tenían torre de control por lo que las instrucciones para su aterrizaje y despegue las dábamos de nuestra torre de control en Cobija. Este servicio se hacía previo convenio binacional. Pasaron varios años hasta que se construyó la carretera Rio Branco a Epitaciolandia y suspendieron definitivamente el servicio aéreo.

Después fueron apareciendo otro tipo de aeronaves como los “Arava”, “Fokker F27” de la empresa TAM. Los “Fairchild Metro II” de la empresa “Aerosur”, aviones “Antónov”de origen Ruso, que venían de Puerto Maldonado (Perú) trayendo mercadería, sobre todo, verduras.

Otro problema que teníamos todos los años en época de lluvia, era con los transportistas terrestres que querían cruzar la pista con sus camiones cargados de mercadería, lo que no se les permitía por seguridad en las operaciones aéreas. El cruzar la pista de aterrizaje, evitaba a los transportistas bordear la pista y transitar por el camino fangoso demorando mucho tiempo. No se disponía de maquinaria pesada para hacer mantenimiento a los caminos.

Algunos de los transportistas era el comerciante Constantino Reis, padre de la actual alcaldesa municipal de Cobija (Ana Lucia Reis), Sergio Capobianco, chofer de la ex Corporación Boliviana de Fomento y Luis Orosco; pasado unos años llegó maquinaria pesada a Cobija y el camino de la vuelta de la pista fue reparada, con lo que se solucionó este problema.

A todo esto, la construcción de la pista con la nueva empresa contratante “Apolo-Iasa” de propiedad del Ing. Pedro Yovhio Ferreira se encontraba bastante avanzada. Una vez concluida la faja de aterrizaje, una calle de rodaje, en el año 1998 mes de junio, llegan por primera vez como vuelos de inauguración en horas de la mañana tres Boeing 727-200 de la empresa “Aerosur”. Los vuelos inaugurales en el nuevo aeropuerto causaron gran algarabía entre la población cobijeña y brasilera.

Sin embargo, anterior a estos vuelos de inauguración los aviones del TAM ya operaba con aeronaves “Fokker F27” en forma irregular, para lo cual se enviaba a dos personas de seguridad con su intercomunicador e indicaban al controlador de torre de la pista antigua para dar las instrucciones de aterrizaje, este tipo de operaciones duró varios meses hasta que se construyó una torre de control provisional y equipos de comunicación.

A la fecha se encuentra concluida su terminal, calles de rodaje, plataforma de parqueo, nueva torre de control con equipos de radio-ayudas óptimas, pista iluminada y ampliada en su longitud. El pasajero puede disfrutar de una buena atención, cómodos y seguros espacios.

El aeropuerto lleva el nombre del Cap. de aviación “Aníbal Arab Fadúl”, excelente piloto pandino instructor de vuelo, quien manejo todas las aeronaves que tuvo el LAB, desde los “Douglas DC-3”, hasta el último Boeing que adquirió el LAB.

Yo, trabajé los 4 primeros años en la pista nueva, y me jubilé en abril de 2002, pero los recuerdos de esa época no se me olvidan.

Cobija, Julio de 2023

Comparte