COBIJA/PERLA DEL ACRE
Después que el río Acre marcó un récord histórico de 17 metros de altura y dejó bajo el agua a 16 barrios y 3 comunidades del municipio de Cobija, desde el jueves las aguas comenzaron a descender y las viviendas afectadas quedaron cubiertas de lodos y olores fétidos que revela el grado de contaminación.
Desapareció la cantidad de agua acumulada en las calles y avenidas, donde el lunes, martes y miércoles las personas se trasladaban en botes. En esta jornada (viernes) se logra visibilizar las vías cubiertas de lodo y decenas de personas transitando en motorizados, aunque en algunos sectores con algo de dificultad por las aguas retenidas.
Las paredes de las casas quedaron con marcas del agua, como muestra de la altura que alcanzó durante la inundación. Varias viviendas que quedaron totalmente bajo el agua solo muestran como una gran cicatriz los deterioros de distinta índole, con las paredes caídas, techos hundidos, medidores, aires acondicionados, dispositivos de internet y varios equipos destrozados.
Varias familias de barrios inundados iniciaron los trabajos de limpieza de sus casas con el propósito de retornar a la brevedad posible. Otros prefieren mantenerse en los albergues, a sugerencia de autoridades y la Unidad de Gestión de Riesgos que advirtieron la emergencia continúa y el Senamhi emitió alerta roja por posibles jornadas de lluvias en los siguientes días.
En el barrio Mapajo, por ejemplo, donde hace dos días se podía navegar en lanchas con motor fuera de borda, y el agua besaba los techos de las viviendas, ahora queda una capa de lodo en extremo resbaladizo, de unos cinco centímetros. El río Acre se ha retirado, las autoridades estiman que creció 17 metros en el peor momento de la inundación, una situación que no se había presentado desde hace medio siglo.
Las calles y avenidas que se habían convertido en ríos, ahora casi secas, muestran un desolador panorama de basura, de objetos dispersos por todos lados, siempre cubiertos de lodo e inservibles. Cada vivienda es un drama distinto, algunos con daños leves y otros de consideración.
La alcaldesa de Cobija, Ana Lucia Reis, confirmó el descenso de las aguas en varios barrios, pero aclaró que la situación crítica continúa, debido a que aún se prevén lluvias en la región. Indicó que ahora se viene una de las etapas que podría considerarse más difícil, que es el retorno a los domicilios, siendo que se verá la magnitud de los daños y las pérdidas materiales de las familias.