COBIJA/IRT-PERLA DEL ACRE
En el departamento de Pando, la producción de la leche de vaca ha disminuido en al menos 50% a consecuencia de la sequía y los fenómenos climáticos. El sector ganadero acude a Brasil para adquirir el forraje y otros insumos del ganado vacuno, temen que por los incendios aumenten aún más los precios.
En la ciudad de Cobija, un tradicional puesto lechero continúa abasteciendo a la población a pesar de la reducción del producto. De manera ordenada, desde muy temprano aquí también hacen fila para comprar el producto natural.
Pasando por la avenida 9 de febrero, a pasos del estadio departamental, está el tradicional puesto matutino de venta de leche de vaca, se trata de un negocio de la familia Burgos, iniciado justamente por el reconocido médico Darío Burgos Aramayo. Ahí desde las primeras horas de la mañana, directo de la hacienda “Palma Seca” la leche de vaca está lista para distribuirse.
Paola Burgos, encargada de la distribución de este alimento lácteo, con mucho pesar afirma que hace más de 3 meses la producción ha disminuido en al menos 50% a consecuencia del periodo de sequía y los fenómenos climáticos que están afectando también al sector ganadero.
Lo que anteriormente distribuían 200 litros; ahora cuando mucho se ordeña 100 litros. “Las vacas que estaban dando de 7 a 8 litros por día, ahora a consecuencia de la sequía han reducido su producción hasta en 3 litros por día, incluso hay vacas que están dando solo medio litro”, explicó.
Éste fenómeno ha ocasionado que otros puntos de venta de leche discontinúen la distribución habitual a la población, por lo que solo están abasteciendo a clientes con los que tienen contratos o compromisos, mismos que requieren el alimento lácteo para negocios que elaboran helados o repostería.
Esto ha generado, en este tradicional punto de venta, largas filas de clientes y no clientes que se apuestan desde muy temprano y que han visto de momento como única opción para abastecerse.
“Me da pena por la gente que trabaja haciendo productos en base a leche, hacen helados, budines, picolés, flan, arroz con leche, tortas, es gente que con su negocito lleva el sustento a sus hogares y me da pena no poder abastecer a todos. Ellos llevan de 8 a 10 litros para sus actividades, ojalá que pase pronto la sequía”, resalta Burgos.
La sequía ha obligado a doblegar la compra diaria de alimento balanceado para el ganado vacuno, necesario para mantener su correcta nutrición, alimentos que son adquiridos de Brasil. Ello representa gastos adicionales por lo que también derivó en la elevación del precio al litro de leche para la venta, de Bs 5 a Bs 6.
Con más de 12 años en la distribución de leche de vaca, este punto de venta se convirtió en una tradición para las familias cobijeñas particularmente, por lo que Paola Burgos y su familia sienten compromiso en el abastecimiento del alimento lácteo.